La monogamia es difícil de cumplir… Existen numerosos estudios acerca de las personas en pareja que reconocen las infidelidades cometidas, y representan porcentajes muy elevados…
A la pregunta de: ¿Somos monógam@s? Pienso que no por naturaleza.
El instinto y la atracción sexual es algo químico, irracional, que nos recuerda nuestra parte más animal. Y nos sentimos atraídos/as por muchas personas a lo largo de la vida. Es cierto también que sentir atracción no significa tener que consumar.
Cuando nos enamoramos, otra reacción química y emocional, por un tiempo, dejamos de ver a otras personas deseables. Sólo tenemos ojos para una persona. Y eso nos permite reproducirnos y sobrevivir como especie. Esa monogamia inicial nos permite tener hij@s, ya que nos centramos en la relación que tenemos y podemos construir una familia con ella.
Y esa monogamia es la que se impuso con la aparición de las religiones monoteístas para conseguir un poco de orden en nuestro mundo, cuando no lo había… El matrimonio es la manera que tiene la iglesia de controlar los nacimientos y las relaciones bajo los parámetros que le conviene. En este caso hablamos de parejas heterosexuales, que también están condicionadas por esa necesidad de orden en el mundo. Es un tema que nos desvía del sujeto actual y que dejo para próximas ocasiones.
Por lo tanto, existe una monogamia inicial natural “por amor” y una monogamia cultural impuesta “de por vida”.
¿Y cuánto dura esa monogamia inicial?
Existen estudios y teorías que dicen que el amor dura 3 años. De hecho, hace años tuve una pareja que me regaló la novela, “L’amour dure 3 ans” de Fréderic Beigbeder, cuando llevábamos 3 años… ¿Presagio de lo inevitable? ¡Sin duda! Sólo que aguantamos hasta los cuatro años….
Y es que algunas parejas que conozco que llevan ese tiempo o más, parecen aburridas. Veo rutina, costumbre, cariño, pero a veces ya no se ve amor, ni deseo… Y yo misma lo he vivido… Cuando el amor se acaba, se acaba. Sin embargo, antes de que se acabe, hay oportunidades de conocer otras personas y decidir estar con ellas o no… Y también se puede trabajar para que no se acabe, encendiendo la llama, buscando espacios comunes y no dejando que termine lo que un día existió. Poniendo esfuerzo y empeño, se podrá conseguir en la mayoría de las ocasiones, si queda algo de lo que hubo.
¿De qué depende la decisión? Has tenido una educación culpabilizadora? ¿Integraste la moral cristiana? La culpa puede privar de la libertad de decisión, o bien mortificar a alguien por un desliz sin importancia… ¿Una infidelidad puede ser considerada una tontería? Sí, puede ser. Puede ser una atracción momentánea sin importancia, sin sentimiento, sólo sexual… Para ser infiel, hay que poder llevarlo. Es decir, poder disociar la vida de pareja de las relaciones esporádicas.
¿Si somos fieles, nos quedamos tranquil@s con la decisión? Si nos quedamos tranquil@s, bien. Eso quiere decir que estamos priorizando la relación construida con la pareja, y sabemos que una atracción del momento, pasa… Es diferente enamorarse de otra persona, en ese caso se puede apostar por intentar algo con ella. Sin embargo, sin cerrar bien la relación actual, será difícil construir una nueva con toda la energía y la intención bien enfocadas.
La monogamia parece ser una decisión, y hay que invertir tiempo, energía, voluntad en ello para poder vivirla de manera plena y satisfactoria.
También, y hay que decirlo, hay parejas que se quieren, se eligen, son estables, y no parece que eso pueda cambiar… No se ven dudas ni problemas, ya que han elegido y siguen eligiendo… Y quizá esa sea la clave, hoy elijo por hoy, mañana ya veremos… Y así sucesivamente. Nada es para siempre, pero sí puedo ir renovando mis decisiones y convicciones.
Existen otras opciones, como la poligamia o las parejas abiertas, que pactan sus normas a través de un acuerdo explícito que respetan, sólo pudiendo tener relaciones con otr@s, según lo establecido. Las normas tienen que estar muy bien consensuadas y aceptadas por tod@s. Y no todo el mundo lo lleva bien. Las relaciones libres están hechas para personas libres, no posesivas, que pueden tener sexo sin amor, y diferenciarlo del amor y el respeto que sienten por su pareja. Estas opciones diferentes podrán ser tratadas en otra ocasión.
Fotos de Pexels.
