Esta pandemia me ha tenido la boca callada, o las manos quietas, y no me he comunicado demasiado por aquí. Pero un año más, el 25N me inspira y me apetece mucho compartir por varia razones.
Porque no me puedo creer que siga habiendo tanta violencia machista en nuestra sociedad.
Porque no puede haber ni una menos…
Porque no me puedo creer que tantas personas, hombres a menudo y mujeres en ocasiones, nieguen una realidad que es innegable.
Porque no me puedo creer que siga habiendo sexismo y machismo en los medios de comunicación y titulares machistas que minimicen los éxitos de las mujeres.
Porque con el machismo perdemos todes, hombres, mujeres, intersexo, personas no binarias…
Porque como mujer me niego a vivir en un mundo dónde las personas no son críticas con lo establecido, dónde no se busca el propio camino, dónde no hay libertad de ser.
Porque me niego a seguir el rebaño, porque quiero un mundo más justo, más equitativo, con igualdad de oportunidades para todas la personas sea cuál sea su origen, su identidad de género, su sexo de nacimiento, su aspecto físico, suu color de piel, sus creencias, su origen cultural, su diversidad funcional…
Porque no me gusta el mundo en el que vivimos, dónde nos cargamos el planeta, consumimos lo que no necesitamos, nos creemos que tenemos necesidades que no tenemos y nos creemos que tenemos que ser como no somos por ser catalogadas/os como niña-rosa o niño-azul.
Creo que a nadie le va bien estar dentro de una caja y no poder salirse de ella.
Debería haber una única caja, la del ser humano.
Hasta entonces, debemos nombrar cada identidad, cada género, para que nadie sea invisible. Y debemos denunciar que sigan sucediendo discriminaciones, abusos, violencia de género, el 25N, el 26 y durante el resto de días del año.
Mirad este vídeo, todos/as/es nos parecemos más de lo que nos hacen creen o nos queremos creer…