La vuelta al cole siempre fue un momento duro para mi. Nunca quería volver al cole después de vacaciones. De hecho no quería volver al cole después del fin de semana. Pero supongo que eso le pasa a much@s niñ@s, ¿no?
Hoy he comido con un amigo, y hemos hablado del inicio del cole de su hija. Y eso ha venido porque me ha contado que era la primera vez desde hace muchos años que no tenía ganas de volver al trabajo después de las vacaciones. Que no tenía ganas de verdad, que sentía que volver era negativo e iba a afectar a su salud… Que no era el hecho de haber estado muy bien sin pegar palo al agua, que había algo más…
A mi eso me pasaba. Me pasó durante muchos años. Y no era culpa del trabajo, ni de mis jef@s, ni compañer@s,… Simplemente no me estaba dedicando exactamente a lo que me quería dedicar de verdad en el fondo de mi corazón y de mis entrañas…
Me dedicaba a algo que me gustaba (no me apasionaba), se me daba bien en general (no todo lo que tenía que hacer), era algo muy necesario en el mundo, y no me pagaban mucho (es un sector que no tiene grandes sueldos). Y es que la vocación social tiene eso, no trabajas por dinero como única motivación, sino por una satisfacción personal y unos valores de igualdad de oportunidades, solidaridad…
Hay un concepto que aprendí hace algún tiempo, que uso mucho con mis coachees, y es el IKIGAI. Es un término Japonés que significa: Razón de ser.
Viéndolo, me di cuenta que necesitaba un cambio profesional, quería dedicarme a cosas parecidas a lo que hacía, pero con mayor libertad, por mi cuenta. Quería seguir ayudando a quien lo necesita, pero variando más de funciones, colaborando con equipos diferentes y trabajando también de manera independiente en otros momentos.
Y hoy puedo decir que sí, mi trabajo está alineado con mi IKIGAI.
Lo amo, se me da bien, me pueden pagar por ello y el mundo lo necesita. Psicoterapia, Coaching, Consultoría de Acción Social, Cooperación internacional y RRHH y Formación.
Pasadas las vacaciones, no tenía ganas de empezar. Pero al segundo día, ya no me acordaba de las vacaciones y estaba disfrutando de mi trabajo.
¿Y tú? ¿Puedes decirlo?
En el esquema de debajo podrás ver dónde se sitúa tu trabajo.