Hoy es día 13 de Abril, y Pedro Sánchez anunció ayer que quien no tuviera más remedio que volviera al trabajo. Pero en principio seguimos confinad@s.
Yo quería hacer una serie para los diferentes tipos de confinamiento, pero la verdad es que se está escribiendo mucho para parejas y familias… Así que voy a dedicarme a las personas solteras, o las que viven solas, dado que algunas personas que leyeron el post de confinamiento, https://giselaoliva.com/2020/03/21/despues-de-una-semana-capitulo-uno-si-vives-sola-tu-persona/, me han pedido que hable más del sexting o el sexo por videollamada.
Los millenials y generaciones posteriores, han crecido con estos medios tecnológicos de comunicación y la hiperconectividad, y por lo tanto han aprendido a jugar con esos medios al tontear con alguien. Las generaciones anteriores, que vivimos una adolescencia sin móvil, sin smartphone, con teléfono fijo de casa, y con cartas postales, con internet muy rudimentario desde el ordenador estático de casa, aprendimos a hacer las cosas presencialmente.
Este confinamiento está obligando a muchas personas a ponerse las pilas con el tema tecnológico. Personas mayores que no se veían capaces de usar WhatsApp o videollamadas, y personas no tan mayores pero que no se han visto obligadas de usar redes sociales ni tecnología hasta ahora. Las resistencias al cambio son algo muy común, tendemos a querer conservar lo que tenemos, adaptarnos da pereza. Pensamos, a menudo, en lo malo que puede traer lo nuevo, en lugar de imaginar las cosas buenas que traen inevitablemente los cambios. A veces no queremos perder lo que tenemos, por aquello de más vale malo conocido que bueno por conocer. Y muchas veces es por hábitos.
Así que sí, las personas que tienen curiosidad por el sexting o el sexo por videocámara, no son millenials, son mayores.