Últimamente me he estado formando en metodologías para la sensibilización y la formación en perspectiva de género. Ser mujer en este mundo significa vivir una serie de discriminaciones que muy a menudo son inconscientes para la gran mayoría de la población, dado que están muy integradas en la sociedad como algo habitual y normalizado.
Me di cuenta escuchando a Michael Kimmel, que el privilegio es algo invisible para aquellos/as que lo tienen. En este vídeo, lo explica muy bien en los 3 primeros minutos.
Por qué la igualdad de género es buena para todos, incluidos los hombres.
Si veis todo el vídeo, Kimmel da motivos de peso para que los hombres estén a favor de la igualdad de género, argumentando en qué salen perdiendo los hombres en el reparto de roles tradicionales, y no sólo las mujeres.
Este tema apasionante es motivo de mucha controversia, a menudo por la confusión que conlleva el término “feminismo”.
Muchas personas equiparan el feminismo al machismo. Pero si nos remitimos a la semántica, vemos que no es así.
Machismo viene de macho, el animal biológico, lo opuesto sería el hembrismo que viene de hembra. El machismo reivindica la superioridad del macho sobre la hembra, simplemente por el hecho de nacer diferentes, con genitales diferentes. Lo opuesto sería el hembrismo, que sería reivindicar que la hembra está por encima del macho sólo por el hecho de serlo.
Feminismo viene de femenino, lo opuesto sería el masculinismo, que viene de masculino. El feminismo aparece en contraposición al machismo, no como opuesto, sino como fuerza que quiere contrarrestar los efectos devastadores en hombres y mujeres de una sociedad dominada por el hombre. El feminismo quiere, a través de la equidad, promover y conseguir oportunidades equivalentes entre hombres y mujeres. Y reivindica que el género nos viene transmitido en la educación, en la cultura, en la familia, en las creencias. Lo femenino y lo masculino son construidos socialmente, y se pueden deconstruir, para liberarnos de cargas no necesarias. El problema de llamarlo feminismo es que parece que reivindiquemos la superioridad de la mujer, pero no es así, lo que reivindica es que uno de los dos géneros sale muy desfavorecido en el reparto de roles, en este caso el femenino. (Aunque como hemos visto arriba, explicado por Michael Kimmel también sale desfavorecido el hombre a pesar de su rol dominante).
Si le llamáramos igualitarismo o algo parecido, no haríamos visible que el género femenino vive en discriminación constante. En nuestro país queda mucho por hacer, pero más en muchos países del resto del mundo.
El título las gafas violetas hace referencia a que, una vez interpretas la realidad con perspectiva de género, ya no puedes evitarlo, y todo lo lees con esa visión “violeta” de la realidad.
Os dejo este corto de pixar PURL.
Una compañera Coach y formadora me lo pasó, y al verlo pensé en este post. En un entorno profesional de hombres, las mujeres en este vídeo son pelotas de lana. Y más allá de eso, ¿a qué renuncia una mujer en solitario para integrarse, y cómo consigue el respeto y el trato igualitario? ¿Y qué pasa cuando aparecen más mujeres? La sororidad es la respuesta, si no nos ayudamos entre nosotras, vamos mal. A la vez que debemos seguir sumando hombres como Kimmel a la causa. Entre todas y todos lo conseguiremos antes y mejor.